miércoles, 14 de mayo de 2008

Dos por tres

La respuesta de la vecina me animó a salir de mi casa al edificio y del edificio a la cuadra.
Salí a la puerta y ahí estaba aposentado mi vecinito de enfrente, Javier, el luthier quilmeño, junto a un enorme contrabajo en la puerta de su casa.
Al grito de "¡Ey, Doveci!" me acerqué con la nota que había pegado en la parte interior de mi edificio donde agregué aparte de los datos de mi departamento, la dirección: Defensa 915.
Le comenté la idea de sacar la basura diferenciada con cartelitos y le pregunté si él podía colgar el mismo papel que yo pero en el interior de1 912 de Defensa.
El morocho luthier enarcó una ceja y redobló la apuesta: "Dame 30. Hace mil años que vivo acá, conozco a todos los comerciantes y no se van a a negar en pegarlos por todo el barrio."
Acto seguido me dejó en consignación a uno de sus clientes, un violinista de Palermo, que me escoltó a sacar las copias.
Ya somos tres.

1 comentario:

Espacio "Calidad de Vida" dijo...

Nadie puede contra la naturaleza destructiva del hombre... al menos.. eso fue lo que pensé cuando despues de proponer en el edificio donde me acabo de mudar (Varela y Bilbao en Flores)un matrimonio de eternísimos aspirantes a Administradores del consorcio, me miraron con cara de "Embarazada Ecologista" ... jajaj... les pareció un improperio de mi parte proponer un sistema diferente de administración de los residuos.. pero bien... asi les fue: Amanecimos con una vereda con una barroca decoración con aroma a rancio...

La primera reunión de consorcio aún no se hizo..vamos por mas.. yo y mi panza ecologista.. :D

Sigo sumada...

Somos 4 y 1/2:D

Au Revoire